MURIÓ UNO DE LOS MÁS REPUTADOS CIENTÍFICOS POLÍTICOS

martes, 29 de noviembre de 2011

O´ Donnell fue el académico argentino en ciencia política de mayor prestigio en el exterior.



Ha muerto Guillermo O'Donnell, el politólogo que analizó la democracia. El intelectual tenía 75 años. Fue doctor en Ciencia  Política de Yale y miembro de la Academia Norteamericana de Artes y Ciencias. Será velado en la Legislatura porteña.

La comunidad politológica villarrealina con todo afecto y cariño expresa nuestras más sinceras condolencias a la familia del destacado cientista político Guillermo O'Donnell.

El científico político Guillermo O'Donnell fue velado desde la noche de ayer hasta la 1 de la madrugada de hoy, y desde las 8:00 horas hasta el mediodía, en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo sus restos serán trasladados hacia el cementerio de la Recoleta, en Junín 1760.

Don Guillermo O'Donnell no fue un politólogo cualquiera, es un reconocido académico argentino por sus estudios sobre las transiciones democráticas, ha sido profesor de la Universidad de Yale y residente en el exterior.

O´Donnel dice: En América latina la democracia es más delegativa que representativa.

Entre las numerosas distinciones que recibió se encuentran el premio de la Asociación Internacional de Ciencia Política, asociación de la que fue presidente. En 1995 fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires y en 1996 recibió el Premio Konex en Ciencias Políticas, además del título honorífico de ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

Considerado como el académico argentino en ciencia política más reconocido en el exterior, comenzó en los años sesenta su estudio del Estado autoritario observando la denominada "Revolución Argentina", el gobierno militar que dirigió la Argentina entre 1966 y 1973. Y plasmó sus observaciones en los libros Modernización y autoritarismo (1972) y El Estado burocrático autoritario (1982), este último convertido en un clásico de la Ciencia Política.

Luego, desde la recuperación democrática de 1983, profundizó sus estudios sobre la democracia, en los volúmenes Democracia macro y micro (1982) y Transiciones desde un gobierno autoritario (coeditado, 1988).

Defensor y analista crítico de la democracia como forma de gobierno, O'Donnell desarrolló en la década de los noventa el concepto de democracia delegativa para identificar los procesos democráticos institucionalmente débiles con poderes ejecutivos centralizados de América Latina y Europa del Este que, según su análisis, no alcanzaron a establecer democracia representativa.

O´Donnell fue profesor de la cátedra Helen Kellog de Ciencia Política del Instituto Kellog en la Universidad de Notre Dame, investigador del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Stanford. También ejerció la docencia en la Universidad de São Paulo (Brasil) y de la Universidad de California (Estados Unidos) y dirigió el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) en la Argentina.
En este período publicó Contrapuntos: ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización (1997), Pobreza y desigualdad en América Latina (coeditado, 1999), La (in)efectividad de la ley y la exclusión en América Latina (coeditado, 2001).

O'Donnell, padre de los periodistas María y Santiago, y hermano del historiador Mario "Pacho" O'Donnell, luego de vivir varios años en el exterior, donde dio clases en las principales universidades del mundo, regresó al país en 2009. Obtuvo el grado de doctor en Ciencia Política por la Universidad de Yale, miembro de la Academia Norteamericana de Artes y Ciencias, profesor e investigador de universidades como las de California, Stanford, Oxford, Cambridge y Notre Dame.

En su último libro Democracia, agencia y Estado. Teoría con intención comparativa (2009-12), rescata la figura del ciudadano como agente, rol que implica tantas respondabilidades como derechos. "Aunque hablemos de algo restringido como la democracia política, si uno mira con cuidado, descubre que ahí ya está puesto, por la legalidad que impone el mismo régimen político, un agente. 


Si a mí se me da el derecho, no sólo a participar libremente de reuniones y opinar, sino también a elegir y, sobre todo, a intentar ser electo, se me está diciendo, de una forma legalmente sancionada, que yo soy un agente: tengo la capacidad cognitiva y moral, salvo prueba en contrario, de participar en la toma de decisiones colectivas eventualmente respaldadas por la coacción del Estado. 


Ese es el núcleo fundamental de la democracia. A nosotros, ciudadanas y ciudadanos nos corresponde desarrollar y potenciar eso: actuemos como agentes, es nuestra responsabilidad y nuestro derecho", explicó en la última entrevista con Revista Ñ, en marzo de 2011.

Descansa en paz, maestro.


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